Semana de decisiones, de ideas que vienen y van. Sueños que abrazan. Crecer es despedirse también.
Este último año comencé de mil formas, mil veces. Muchas despedidas. Me reinvento. Asimilo. Me acomodo y tomo envión.
Colibrí. Así me dicen algunas personas, parece que está en mi naturaleza entender la vida a mil revoluciones por minuto. Alma inquieta. No estoy parada, nunca vuelo en el mismo lugar. Mi mente va más allá y no por inteligente sino por sensible, por pensante y hasta por insegura. Pienso en la próxima flor... y vuelo.