miércoles, 1 de junio de 2016

Duerme mi niña

¿Cuántas vidas tuve? No sé por donde empezar.. Tantas ganas de escribir acumuladas, sobre esos pensamientos que sobrevuelan en mi almohada justo antes de dormir. En esta vida cargada de adrenalina sin la certeza de saber cuándo será el momento de dormir. Pero feliz. Cansada, pero feliz. 

No es ese insomnio cargado de lágrimas el que no me deja dormir, es pensar en reinventarme otra vez. Es recordar todas las veces que me reinventé para salir adelante, en este caso para cambiar y adaptarme a una realidad que migra constantemente. Una realidad que crece. Un presente. Una hija.

Un mundo de sentimientos que jamás experimenté en mi vida, donde la felicidad es infinita y los miedos son una terrible desgracia. Una tos en ella, para mí es el peor de los martirios. "Que me pase a mí", susurro mientras le acaricio la frente. Respiro su aire, respiramos juntas, como en la panza. Volví a rezar. Después de muchísimos años, en el nombre del Padre, del Hijo, del Esp.. A rezar por ella. Ya se que es una tos, pero ella necesita dormir y el mundo necesita la sonrisa de mi Juli.

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